En la instancia expuso Camilo Jofre, profesor y dirigente del PTR, Valentina Albarracin, psicóloga y trabajadora de la salud y Manuel Rojas, estudiante de Tecnología Médica en la Universidad de Tarapacá. En esta instancia se reunieron docentes, funcionarios y trabajadores de la salud, para discutir sobre el escenario actual, pero también el rol que pueden jugar las y los trabajadores en este proceso. |
Trabajadores de diferentes sectores como salud y educación, se reunieron este viernes 26 para discutir y reflexionar desde lo que fue la rebelión hasta el escenario actual con el plebiscito de salida. Donde además se problematizo si es posible levantar una alternativa que sea consecuente y que no abandone las demandas que peleamos en las calles el 2019, que hoy con el aumento inflacionario en la economía, tienen aún más vigencia.
Comenzó abriendo el foro Camilo Jofre, quién partió comentando cómo se dio el proceso de la rebelión con énfasis en la fuerza desarrollada con su punto más alto el 12 de noviembre día que tuvo lugar la huelga general más grande de los últimos 40 años. Donde los partidos de los 30 años junto al Partido liberal y Boric del Frente Amplio, al verse presionados buscaban salvar el régimen y al gobierno, desviar la movilización para separar a los sectores de vanguardia de las masas a través del Acuerdo por la Paz del 15 de noviembre. Lo que posteriormente derivó en el proceso constituyente.
Valentina Albarracín, por su parte, se refirió al plebiscito “En medio de todo esto visualizamos que estamos en un momento donde el régimen político busca dos vías para poder restaurar el régimen: el Apruebo y el Rechazo. Por una parte, el Rechazo principalmente financiado por los grandes empresarios, los sectores más reaccionarios incluso de la ultraderecha, que buscan mantener ofensivamente la constitución de Pinochet. Por otro lado está el Apruebo, compuesto por no solo el pueblo como nos quieren hacer ver, sino más bien está compuesto por importantes sectores de la ex concertación e incluso empresarios progresistas. Lo que buscan es lograr una “nueva transición” para recomponer el régimen político en crisis otorgando sólo algunos derechos para descomprimir la tensión y en un intento de cooptar las organizaciones obreras y populares. De esta forma se evidencia la nueva trampa de aprobar para después negociar con la derecha esta nueva transición, donde las demandas más profundas y estructurales quedan sin resolver."
Entre los quienes asistieron habían diferentes posturas ante el proceso. Una trabajadora abría la interrogante de qué es lo que debíamos hacer más allá del voto y cómo se podría desarrollar la organización de los trabajadores, si realmente esta era posible. También se planteaba las dudas ante posibles escenarios, en caso de venir momentos más álgidos de movilizaciones y si avanzaba la organización de los trabajadores. Algunos planteaban con preocupación que esto podría provocar que los empresarios se fueran del país y podría funcionar sin ellos.
La intervención de Manuel Rojas, buscaba dialogar con estas consultas “¿No podríamos aprovechar el interés de la política en los trabajadores, sectores populares, para fines mucho mayores y no reducirlo meramente a un voto. Hasta ahora la gente cuestiona los pilares de la herencia de la dictadura en un Chile neoliberal y frente a este problema cabe preguntarse, ¿podrán ser derribamos solamente en esta elección que se aproxima? ¿Qué organización? ¿Qué partido? creemos sobre todo que el impulso de la “autoorganización” pensar la política de los propios espacios donde nos desarrollamos es clave, avanzar a una movilización social que busque derribar todo cimiento del pinochetismo y una unidad histórica que permite poner a la clase trabajadora, a los jóvenes, las mujeres, al frente. Transformar este sistema capitalista de miseria y avanzar a una sociedad socialista.”
La rebelión nos dejó varias lecciones y demostró una fuerza que, de no haber sido desviada hacia la institucionalidad, pudo haber hecho caer al gobierno de Piñera. Hoy frente a una crisis social y económica a nivel internacional, que repercute en el país, la clase trabajadora y los sectores populares vienen cargando la crisis sobre sus hombros, mientras los grandes capitalistas se siguen llenando los bolsillos con utilidades millonarias. Por eso queremos apostar por el camino de la organización con una política independiente al gobierno, que enfrente a la derecha y este nuevo fraude histórico maniatado por el régimen político de los 30 años y sus partidos, que buscan integrar a los movimientos sociales y queriendo hacer depositar todas las ilusiones y fuerzas en la institucionalidad burguesa. |